La Quebrada declarada Patrimonio de la Humanidad, hace que el paisaje y los colores de los cerros sean un viaje de ensueño para los sentidos. Presenta además de un paisaje paradisíaco y una ruta llena de historia por donde caminaron aborígenes de diferentes etnias.
Hoy se conservan aún creencias religiosas, música, ritos, fiestas, y artes que podemos encontrarlas en diferentes épocas del año gracias a que todavía hoy existen los quechuas descendientes de los antiguos pobladores, autodenominados pueblos originarios, y habitan coexistiendo con la naturaleza, la PachaMama (Madre Tierra), el dios del trueno, el rayo y todos los seres vivos a los cuales respetan.
Para visitar la Quebrada de Humahuaca lo mejor es poner base en Tilcara, bonita y pequeña población colonial con diversos rincones llenos de encanto.
Entre sus atractivos están el Pueblito de Purmamarca para observar el Cerro de los Siete Colores, la Iglesia y el Mercado Artesanal de la plaza. Luego la Posta de Hornillos, continuando hacia el pueblo de Tilcara para visitar el Pucará, la Huacalera y el monolito que indica el cruce del Trópico de Capricornio, desde donde se pueden ver los colores del cerro llamado la Pollera de la Colla y más allá el pueblo de Maimara deja observar desde la ruta la Paleta del Pintor.